Al anochecer nos encaramamos a la nube...
Anochecer... A veces tú, María mi mucha María, y yo desaparecemos para dar lugar a nuestros Prudencito y Mariiita encaramarse a una nube y seguir nuestros sueños, ayayyayaya, atrapar una cigüeña con un cordel, cargar a nuestro perro Casper con un somier para que nos podamos acomodar, pintar las copas de los árboles con rosa, verde y amarillos cual pijamas donde poderse arrullar los pájaros y los gatitos, trasladarnos a la playa para hundir nuestros pies en la arena de la orilla y poner a cada estrella un nombre inventado... Os invito con estas caricias, con estos acordes, con estas melodías a desnudaros de vuestros yoyoísmos, de vuestros miedos, de vuestras angustias, de vuestras urgencias, de vuestros yoes adultos y encardinaros nuevamente en vuestros niños, en vuestras almitas buenas... A ti que me lees, a ti que este cansino te repite, te repite, te repite, te...