Besa tus ojos de niño aún herido, ama tu almita buenaaaaaaa
Como un borracho en la oscuridad, como un anciano perdido en su soledad, como un payaso que ha perdido a los niños y su público, arranca esta partitura, estas palabras que se hacen alma, que se hacen latido... que nos arañan, que nos hieren, que nos laten sin poder evitarlo... La voz de Missy Higgins, alma, payaso sin sonrisas, ola abajada en la orilla, sueña, late, pregona su dolor, sus heridas, son palabras de salmo, son plegarias sin Papá bueno al que llegar, son sonrisas que no alcanzan rostros humedecidos por las lágrimas, son brazos que se quedan sin pechos que latir en el propio pecho... La guitarra acompaña toda la composición, como un gañido más, dulce, susurro, latido, ausencia, y que nos llena, que nos late aún más... Nos coge de las manos aunque no queramos y nos aupamos con ella, entonces aparece, late el piano, late su voz, sus ansias de amar, sus ansias de...