Ojos de niño

         Latidos, rayos de sol, trémulas caricias que sonríen a través de nuestros ojos, del nuevo amanecer, de los dedos de la amada entrecruzándose con nuestras manos. El sol , como esos pasos sobre la vía del tren, encardinándose a las teclas del piano, laten en la muchacha que espera en la estación, es ese latido que ilumina, que renace, que es sombra cálida... Las hojas se renuevan en este nuevo amanecer... Por fin los colores, las nuevas armonías que comienzan a latir tímidamente en este alba...encuentran en soledad a nuestra protagonista.. Su figura es el latido, es la huella de otros amaneceres, de otros anocheceres donde nuestros abrazos se llenaban de ella... son señal de la ola en movimiento que ha quedado abajada en la orilla. Lágrimas de ausencia, lágrimas de herida que no cesa...      Todo brilla, todo es luz, todo son esos colores que nos alcanzan por dentro.... En la melodía se abre una playa en los recuerdos de nuestra prot...

      Quiero dedicar esta entrada a todos aquellos que han perdido/que hemos perdido, a todos aquellos que han sufrido un accidente, a todos aquellos que ya no están, a todos los que han encendido estrellas en nuestros ojos; en particular quiero dedicársela a Arabia cuyos ojos llenos de estrellas de los ojos del amado, se le han llenado de lágrimas por un accidente donde su pareja ha quedado gravemente herida. En definitiva, quiero que este final feliz en la boca de las hermanas Barlow sea esa ascua o estrella que nunca decline en nuestros ojos.         Como un timbre, como un despertador, como un sol que entra por las persianas aún cerradas, el piano desteje estos acordes... nos arrulla, nos acaricia, nos sonríe....          Arranca la voz de las hermanas Barlow, convirtiéndose en increpación,  anudándose a los acordes del piano, en voz alta que se pregunta, que se deshace, que con lo...

         Como campanas, como tintineos de nuevo año, como esos latidos o gorjeos que un niño recién nacido nos alumbra... como esas olas en movimiento que aprenden tímidamente a cogerse de las manos, como esas estrellas que trémulas brillan una vez abiertos en nuestros ojos de niño... Ese violín es la música, son nuestras pequeñas notas en este mar de normas, de cotidaniedad, de heridas, de ausencias...; son nuestros ojos abriéndose por un instante a la belleza que el papá bueno abrió  iluminó para calentar nuestros brazitos tiernos...; son notas que se entrelazan a los acordes alma del piano, son amaneceres que nos laten en el alma....        Porque la vida no entiende de reglas, no entiende de normas, no entiende de esta cotidaniedad que nos impone la sociedad moderna... no el corazón, nuestros ojos niños, laten gracias a otros valores, nuestra alma se refleja con una sonrisa abierta en la ternura de nuestras manos,...