al trantrán de un paseo nocturno en la lluvia...
lluvia... pétalos trenzan uno a uno hojas de nostalgia y desaire en nuestras enfermitas almas buenas, ayayyay el día, con su hermoso traje de novia, con su vals de hogar, con susmanosennuestrasmanos se nos marchita en el cabecero donde reposan nuestras inquietas cabezas al irnos a dormir. sin que nuestros niños, locuelos, puedan pintar de sonrisas y bigotes el semblante adusto de la luna y de las mozas estrellas... chapaleando entre las hojas que abraza generosa la lluvia... el día, ese renuevo esas ventanas abiertas de par en par ese balandro aún en alta mar con los trémulos latidos de marineros y hogar se nos marcha orilla y marejada mientras derramamos cada palabra que besó nuestra helada almita en el silencio de los olvidos... en la encrespada ola de la ausencia de acordes... sin que escuchemos las sonrisas castañuelas de nuestras botas con que niños azuzamos el ladrido holgazán y satisfecho de nuestro perro... deja... permite que tus lazos d...