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Mostrando entradas de septiembre, 2011

Respiremos, por favor, respiremos en esta noche, antes de reanudar nuestro viaje

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          Con las bocinas de los coches, las prisas y urgencias  de la gran ciudad, como fondo,  nos amanece la voz de Luis Fonsi, llena de dulzura, de ternura, nos alcanza, nos estremece, nos alcanza, nos abre ventanas al dolor, nos abre esa puertas a la soledad, a esos náufragos que deja la vida varados en la orilla de la gran urbe...          Con sólo la percusión, no necesita otra cosa, y con unas imágenes que valen mil palabras, se abre a latidos que estremecen, que nos agitan, esa joven que se hace el test del embarazo, esa madre con hijos que no puede más, ese médico cuya alma grita, ese obrero que no puede más, ese anciano que jubilado abandona su puesto de trabajo...  La voz va desgranando,  con un deje de violín detrás, haciéndose grito, eco de estos náufragos, a los que tiende  unas manos que acogen, que limpian las lágrimas, que son mariposas que besan los ojos, que encienden latidos cálidos en nuestro pecho...           La voz se vuelve alma, grito, compañía, abrazo,

Olas en movimiento que desata la tormenta

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           El piano arranca como el sonido de un trueno, de barrunto de tormenta, de playa que se estremece solitaria ante el temor de la futura violencia desatada...         Inmediatamente como gotas que comienzan su redoble, comienzan su paseo, su largo trayecto sobre la orilla antes de acudir hacia el mar..., Jennifer Thomas, melodía alma, melodía mar, melodía encuentro,  desgrana estos latidos que nos envuelven y a su vez se hacen latidos en nuestra alma, son esos acordes donde el ser amado sonríe a través de nuestros labios, son esa calidez que abrazo descansa en nosotros, ese pleamar donde como olas en movimiento nos cogemos de nuevo de las manos, somos sonrisa, somos ternura, somos emoción, somos esa hermosa tormenta que nos desata, que nos devuelve a ti y a mí al anochecer, entregados a la dulce memoria de abrazarnos, de limpiar con nuestros besos nuestros miedos y de entrelazar con estos latidos, melodías, y lluvia las estrellas que en nosotros cálidas permanecerán para siemp

Trémulas y húmedas estrellas que se encienden en nuestro pecho

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            El piano, con los acordes de Paul Schwartz, arranca como unos latidos, como un pulso que hondo de penar, de tristeza, de necesidad, ahueca sus manos para recibir la voz caricia alma de Lisbeth Scott quien como un salmo, como un tañido que quiere ser manos, caricia, susurro, olas en movimiento, desgrana con sus caricias las notas que desde su dolor, sin embargo, sonríen, besan, almean...           La voz,a medida que avanza la canción,  desde su grito hondo, se rebela, no sabe, no quiere  saber de mañanas, sólo llora, sólo se quiebra por la pérdida,  por las  sonrisas que ya no están, por las  palabras que no se volverán a oír más, de brazos que no nos llenarán más, no sabe, por mucho que las palabras repitan machaconamente el salmo,  de un papá bueno que nos deja solos sin la presencia de los que amamos...            El piano enciende de nuevo sus latidos, enciende de nuevo sus estrellas, y desde entonces, sin apenas ser consciente, acude abrazo, mano que acaricia nuestros

Encendamos de nuevo las estrellas en nuestros ojos

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           El piano comienza tanteando dulce, muuuuuuu dulce esta melodía... La voz susurro, alma, de Hayley, nos abraza, nos acuna con esta plegaria, con nuevos amaneceres que enciende en nuestros ojos, con nuevas alboradas donde la noche se evapora, donde los miedos sean esas sombras que vencemos por medio de nuestros abrazos, de nuestra dulzura,  como dulce es su voz, es su espíritu, su alma... Dulce salmo besa las estrellas que encendieron los que amamos y nos amaron en nuestros ojos, acarician suave nuestros ojos y como palomas se acunan en nuestro pecho...               Con armonías vocales que ascienden,encendiéndose en los acordes de violín,  que nos abren a sus voces, a sus almas, a sus manos que vuelven a entrelazar las nuestras, que como lluvia nos limpia, nos abraza húmeda, nos acaricia con sus besos limpiando nuestros ojos húmedos...                  Con palabras, que son abrazos, con palabras que nacen salmo verdadero, plegarias que gracias a la voz, alma, espíritu, a

MIgas de pan

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Que la llama de este candil, mientras enciende y aviva estos versos, Ilumine otros ojos, otras gentes, otras llamas... La luna desmenuza tu pan, payaso. Las primeras migas son esparcidas, Entre salto y salto, por una niña Que desciende la ribera del río con su vestido nuevo Y en su halda, estrellas y gorrioncillos blancos. El pan sabe –no conviene masticarlo demasiado aprisa- A aire, a danza y a sueño. Amantes, el tiempo trenza inevitable Los hilos de la presencia o ausencia En el ápice de nuestros labios. Nuevas calles, resonancias De voces distintas nacen Y se revelan sabia y secretamente en ti, mujer. La miga –ponla en tus labios cuidadosamente- Posee resabios de mar, de roulotte y de circo, Siempre el mismo, siempre distinto. Tú, anciana, te sonríes Mientras me acercas -la palma de tu mano extendida hacia arriba- la única miga que aún queda de la hogaza de payaso. ¡Qué sencillo sería deslizarla entre mis labios buscando sus cauces secretos con la punta de la lengua! ¡Guardar

Desde nuestra orilla, el piano nos trae sus latidos

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               El piano abre esta noche sus melodías donde la voz alma susurro, herida también  de Sarah McLachlan, esta noche, se abre, nos abraza íntima, tierna, con su dolor, con su queja, con su sollozo inconsolable, que nos acoge como nos acuna en su regazo esta canción... Labios que pronuncian, cerrad los ojos, por favor, cerrad los ojos y sentidlos, latidos, que besan distancias, que continúan abrazando, entrelazando dedos, en búsqueda de paz, de cariño...            El piano curiosamente esta noche nos susurra el nombre de los que amamos y  ya no están, nos trae su calor, nos trae el recuerdo de su ola en movimiento en contacto con la nuestra; más doloroso aún porque abrimos los ojos y su ausencia nos duele, nos agita, nos deja una vez más varados en la orilla con sólo la voz de Sarah McLachlan, grito dulce de nuestro dolor, mendigos una vez más de su contacto, de su ángel,  en esta noche, y en nuestro dolor, como en la canción siendo conscientes de la necesidad de continuar si

Demos vueltas y más vueltas en esta danza de la vida cogidos de las manos

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            El piano abre los acordes de esta canción, como los compases de unas palmas que abren esta composición abierta a la vida, abierta a la esperanza, a esa sonrisa que se va desplegando a lo largo de la melodía, por su buen humor, por su invitación...             La voz alma, soul,  de Yael Naim, su voz caricia, su voz que siempre va preñaita de mar, de olas que no sueltan, nos acaricia, nos coge de las manos, nos abre sonrisas en nuestros labios y en nuestros ojos llenos de pesadumbre, de realidad, de ausencias... Nos  sorprende en esta New Soul, con un cambio de registro, lleno de resonancias positivas, alegres, nos coge de la cintura y nos invita a bailar a su son, a su ritmo, a su visión de una vida  que debiéramos hacer más dulce... La trompeta, el tambor, abren nuevos amaneceres, pulsan en nosotros los latidos de aquellos que habitan en nuestra alma y de aquellos que nos necesitan...           Hay un momento de calma, de reconocimiento, de peso de la realidad, de volver

Lo que me queda por vivir, Elvira Lindo

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      Me encanta la voz de este relato, una voz que deambula entre las calles de Madrid y el pueblo de sus padres y su infancia, una voz que nos narra la historia de Antonia, que durante los años ochenta se separa de su marido teniendo que cuidar a su hijo sola, una voz que adueñándose de las voces femeninas de los sesenta, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite, Ana María Matute, expresa las retahilas (gracias, Carmen Martín Gaite) de la memoria, una voz, la de Elvira Lindo, que ha evolucionado desde nuestro simpático Manolito Gafotas hasta esta obra, pasando por El otro barrio (narrativa para adolescentes pero que ya anunciaba este cambio de registro)..., una voz que se quiebra en constantes flashbacks o viajes en el tiempo al pasado, reflejando el naufragio de Antonia durante estos años, cual Ulises que debiera superar nuevas pruebas para volver a Ítaca, una voz que se hace carne cuando narra las vivencias afectivas con su hijo, Gabi, única ancla a la que agarrarse ante su vida perdida

Oración a favor de Elena Zulueta

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                Quiero hacerme eco en esta entrada, como humilde oración de este payaso, de la situación de Elena... Creo, con todo mi corazón, que esa debe ser realmente nuestra voz, nuestra alma, la capacidad de unir nuestras manos, nuestras olas, para hacernos eco, y así que nuestras oraciones lleguen al papá bueno e iluminen a Elena, por favor, unid vuestras manos, como dice la canción hermosa de Charlotte Church, Give us faith so we'll be safe.   Sognamo un mondo senza violenza   Un mondo di giustizia e di speranza   Ognuno dia la mano al suo vicino   Simbolo di pace e di fraternitat   'Danos esperanza para que estemos seguros Soñamos un mundo sin violencia un mundo de justicia y de esperanza en el que cada uno demos la mano al prójimo símbolo de paz y de fraternidad' (Traducción muuuuuuuu libre de vuestro cansino oficial)    Queridos amigos os dejo esta entrada preferente y MUY URGENTE. Del blog: http://elgritodeprintova.blogspot.com/ ,   AYUDA PARA ELENA ZUL

Ola al arrimo de vuestras olas

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           La guitarra y el arpa comienzan, en este concierto  con un aire de canción popular, tradicional, como así son sus instrumentos (en el arpa céltica, Lysa Lynne; en la flauta, George Tortorelli; Barbara Higbie en el violín y en la guitarra, Sean Harkness ), desenredando amaneceres, nuevamente, a quienes se une dulce, pájaros despertándose a la vida, el sonido de la flauta... El violín, como siempre parece responder, desde el color nostalgia del pasado y las ausencias, besando húmedos  nuestros corazones  donde el arpa  céltica se despereza suave de tristezas, de nostalgias, acompañada de la flauta, susurro, trémulos latidos, quienes nos devuelven, encadenadas a nuestras emociones, cada uno de nuestros seres amados que se levantan al nuevo sol, al nuevo amanecer., abrazándonos, besándonos, siendo ternura, siendo caricia, siendo hogar, siendo latido..             Concierto de instrumentos, como aedos, como hechiceros besados por el espíritu del papá bueno y de mamá naturaleza,