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Mostrando entradas de julio, 2012

Romance enamorado del violín y del piano (ooooooooleeeeeeeeee)

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                Amanecer lindero de romances, sueño de cielos renacidos en tus ojos, sueño de nubes encendidas en la ternura de tus manos... Así se deslíe esta composición de Giovanni Marradi (por favor dejaros acariciar, renacer y florecer en ella )            El piano en este comienzo sueña, florece, primaverea, sonríe en esta nueva alborear... El violín, surco entre montañas y jirones de islas, de nubes, renacer de amapolas, jazmines, oropéndolas, etc., desgaja emociones, entreteje ternuras, nostalgias, recuerdos donde amantes danzan de forma inevitable en este circo de la vida, en esta llama donde los ojos de ambos se encuentran bosque a través del tiempo...          Ambos se besan, se unen, se aman, entrelazan sus manos, se sueñan mar, amanecer, valle, bosque, agua... El piano, al descanso de la orilla de los ayes y latidos emociones del violín, sonríe, enciende el candil de las emociones, nos sonríe, nos entrelaza y después renacido en la sonrisa, ya, del

En tus manos y mis manos, María

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                                                                                                          "Cuando tus manos salen,                                                                                                      amor, hacia las mías,                                                                                                     ¿qué me traen volando?                                                                                                             Pablo Neruda     Como el bueno de Pablo Neruda fueron muchos años los que busqué tus manos... hasta que ellas se juntaron con las mías.      No sé si, como decía el poeta chileno, venían con el tiempo pero sí podría decirte que nuestras manos sonríen entre nuestros   dedos, que hoy vuelan   mariposas entre nuestros ojos y duermen, con su mirada niña serenas, en nuestros   cuellos, en nuestras manos, en nuestros regazos...        No sé si, como rezaba el poeta, por fin descansaron en nuestros pech

Dulzainas de vida, agua y cielo

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          Con la guitarra y el violín destejiendo atardeceres, con el alma siguiendo los vaivenes de esta dulzaina musical, con los recuerdos desliéndose en colores cálidos, celestes, rosas... con cada latido volviéndose piel en tus mejillas, en tu mirada, en tus manos, en tu regazo... huellan estas voces cual plegarias que se elevan al Papá bueno, que se desgañitan en los labios sin eco en otros labios, en los ojos llenos d e lágrimas que no reciben descanso, en las manos llenas de soledad, en la mirada que ciega permanece muda, inquieta...         El violín sonríe, besa, se hace ayes en esas nubes que se desplazan en el iris de tus ojos... se hace abrazo lleno de lágrimas húmedas en tus manos y en las mías... se hace palabras llenas de pasado, de rostros que nos bendicen con sus olores, con sus movimientos, con las pulsaciones que nos traen... se hace esos nuevos amaneceres donde tú y yo cogeremos nuestros hatos y nos pondremos en camino... con las manos entrelazada

Melodías de silencios renacidos en tu almita buena

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        Sssshhh... guarda silencio... déjame cogerte de las manos deja que sus alas recoloteen con las mías deja que tu pecho se desenrede de heridas de miedos de sufrimientos.      ssssshhh... descansa tus ojos déjame con mis dedos encender en elllos trémulos senderos verdes jardines y auroras...       sssshh.... adormece tus pensamientos.... deja que mis labios besen tu almita  buena deja que las palabras no dichas que los latidos se acompasen, se serenen deja que tú niña y yo niño de nuevo paseemos sonríamos, florecemos      shhhh.... limpia tus heridas déjame encender palabras, déjame soñar melodías déjame acunar en mis versos en mis manos en mis labios en mi sonrisa tus labios, tus ojos, tus manos tu pecho... déjame nombrarlos uno a uno para que como Lázaro se despierten de su sueño.      sssshhh.... despierta amanece almita buena en horizontes azules en miradas llenas de sufrimiento florece niña castañuelas en los huertos desiertos de los que viven en solead sonríe en los ojo

Candil de payaso. Paseos íntimos en mi roulotte

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     Sobre 1998, recién salido del ambiente familiar, inicio una vida plena de experiencias...Ciudad Real, Jaén, Lebrija (Sevilla), Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Argamasilla de Alba (Ciudad Real), Daimiel (Ciudad Real), Sigüenza (Guadalajara) son los paseos externos por donde mi almita buena crece, se enamora, busca la oración con el papá bueno por medio de los hatos en mi mochila, mi sonrisa, mi m irada, mi ternura..., busca a la amada en diferentes mujeres hasta dar con la persona amada por fin; el contexto se nos llena de circo, se nos llena de vida, de magia, de hechizos...; pero siempre la mirada es interna, es almita buena, es ese latido que renace en cada página, en cada verso, en cada paseo, en cada persona, en cada experiencia... Esto es lo que se encuentra en este poemario,Candil de payaso. Paseos íntimos en mi roulotte, acercaros a él, el enlace si queréis leerlo, haceros con él es el siguiente: http://www.lulu.com/spotlight/pruden3 . Es la historia de una a

Plegarias donde nos florece el alma

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Son las sombras en el viento, son los sonidos del fagot espiritual, son los acordes eco del sintetizador quienes elevan su oración al Papá bueno... son esas emociones donde nuestras almitas vuelan, se acunan, se entrelazan....      Son en esas plegarias, en esos salmos impregnados de tus huellas donde se conjuran cada palabra sesgada que desgajó de tu alma un retazo de amor,  cada odio hilado en darnos la espalda que nos cubrió con los ropajes del resentimiento,  cada maltrato físico que nos hizo sentirnos más pequeños, cada lágrima plena en tus ojos pero sobre todo en los ojos cerrados de tu niño interior, en cada amor no comprometido que nos llenó de miedos y desconfianzas, pero sobre todo de soledad y lágrimas...        Y amaneces pues en estos acordes, en estas palabras plegaria por donde el Papá bueno nos regala un nuevo latido, un nuevo amanecer, una nueva primavera,  te das la mano con la hermana, siempre madre, naturaleza, te abres por fin a cada pétalo que en tu cara, pal

Silencio renacido en este círculo milagroso de la vida

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  A veces las palabras se desvanecen, a veces la melodía acalla sus notas, a veces el alma deja de latir... pero es en cambio a veces cuando las palabras besan tus ojos llenos de lágrimas; es en cambio a veces cuando las notas abren tus ojos llenos de heridas de sufrimientos cuando el alma vuela, pasea, florece en tus ojos, en tus manos, en tus palabras... es en cambio a veces cuando el Papá bueno respira late y vive en ti cuando Mamá Naturaleza renace milagro en cada palabra, en cada sonrisa, en cada amor que compartes que sueñas que creces en todos los que amas y te rodean... Es entonces cuando las palabras, la melodía y tu alma dejan de comunicarse porque laten en los ojos del otro porque laten en sus manos y entonces, sí, entonces por fin sueñas, creces, lates, resucitas en este círculo milagroso que es la vida...   https:// www.safecreative.org/work/ 1207091939465

Encendidos en este amor primaveral lleno de frutos

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    Como besos llenos de dulzura, como sueños donde nos entrelazamos las manos, como esas caricias capaces de llegar a nuestra alma así nos amanecen estos primeros compases y la voz ángel Papá bueno de Elisabeth Shue... Porque las primeras voces donde el Papá bueno nombrara cada elemento de la naturaleza tuvieron que ser así, porque ese gozo al descubrir la aparición de las primeras estrellas, del primer lucero, de las primeras montañas, de los primeros seres vivos, del primer ser humano... Porque aquellas palabras hubieron de ser abrazo, alma, sonrisa, aquellos tesoros que ya el Papá bueno compartió generosamente con los primeros elementos de la creación y con él ese nacer/renacer de mamá naturaleza quien observó con amor a cada ser vivo y los abrazó completa y generosamente...         Así las palabras de Elisabeth están preñaitas de oración, de nana, de fe, de esperanza y con ellas nos coge de las manos y nos conduce al Amado, al Papá bueno, de quien el ser humano nunca hubo d