Y un día de diciembre sin nosotros…
Brisa de diciembre,
hojas dulcemente aireadas por el viento,
frío que nos arropa con sus abrazos,
con sus antorchas de pasado,
de naturaleza, de hogar.
Con lentitud, con el alma reposada,
uno
pasea, uno inicia ese sendero
por
donde nuestro corazón respira, late, se abre...
Con ese mismo detenimiento,
flauta
encendida, flauta amanecer,
flauta
melodía, flauta luz,
ángel
nuevo,
los
recuerdos se llenan del perfume
y
del aroma de la flauta,
del
piano,
nos
abrazamos al recuerdo,
a
ese tierna calidez de los que ya no están...
Con ese grito, con esa alegría del
violín,
con esos ayes que trémulos
se
agitan en nuestras ramas,
en nuestros ojos, en nuestras miradas...
Nuestra
alma, nuestra almita buena,
se abre, cuelga por un momento y sonríe...
ilumina, besa, enciende nuevos candiles en
nuestro hogar...
Sí, el piano se vuelve caricia,
se
vuelve herida, se vuelve esa melodía
donde
paseamos una vez más tú y yo
en
ese eterno presente, esa eterna aurora,
esa
eterna primavera donde amanecemos,
donde
primavereamos, donde latimos,
donde por una vez nos olvidamos de nosotros
mismos
para
encontrarnos vivos, respiración, piel, en los ojos,
en
las manos, en la piel,
en el latido del otro, de los demás...
Por favor, que el mañana
si
debe encontrarse sin nosotros físicamente
seamos esa melodía viva
que como esta melodía acaricia,
sueña y late
en nuestra alma,
en vuestras almas...
Los
sueños, perdón nuestras vidas,
que
se convierten,
como
dice el bueno de Tim Janis, en realidad...
https://www.safecreative.org/work/1212134007339-y-un-dia-de-diciembre-sin-nosotros
bellisimo!!!
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