Limpiemos nuestras miradas...

          Como sonido de campanillas, dando cuerda así a los acordes del piano, comienza esta melodía... como un despertarse, como un contacto con la realidad, con un bello amanecer que besa cálido cada pupila...

         Pronto será el sonido de la flauta el que saludará ese amanecer... siempre me recuerda el retozo juguetón de los pájaros, el renacer a la vida de cada ser vivo que debiera besar dulce ese nuevo regalo en la convivencia con los demás, ese limpiarse la mirada, sisisisi, tú mirada, tu mirada y tu mirada, de miedos, de dolor, de sufrimiento, y, vuelta de nuevo al piano, ser cada uno de esos rayos de luz que ilumina los ojos de cada ser vivo, de tu padre, de tu madre, de tus hermanos, de tus amigos, de tus compañeros, de, y por favor escúchame bien, de cada persona necesitada de tu cariño, de tu sonrisa, de tu ternura... 

        Ese piano, esos acordes dulces, parecen tantear, alcanzar nuestros ojos tiernamente, acariciar nuestros cabellos, dejarnos acurrucar nuestra cabeza en su pecho recién amanecido... sí, hermano sol, hermano río, hermana hormiga, hermano ser humano con tanto talento por aprovechar, el punteo de guitarra desgrana cada uno de vuestros latidos, que al tiempo se suna a esta melodía coral, como un día hubo de ser la creación, donde mamá naturaleza besara por primera vez a cada ser vivo mostrando a los demás seres vivos la singularidad de cada uno... 

           Hoy, quiero, hombre, quiero, mujer, antes de que nuestros ojos se adormezcan que miremos nuestras manos, miremos nuestros labios, miremos nuestros brazos, miremos nuestras orejas, miremos el latido dulce de nuestro pecho... y, por favor, por favor, con la misma intensidad con que mamá naturaleza descubrió y mostró a los demás seres vivos, por favor x32894783748378483793, no olvidemos que a cada persona que negamos su maravilloso regalo, por cada miedo que permitimos que nos hagan cerrarlos en una cajita, por cada dolor que nos haga pensar que estamos solos, por cada palabra de la sociedad que nos impida disfrutar, abrazar, sonreír, almear, tender puentes, ser ternura... nos iremos yendo un poquito, nos iremos abajando a la orilla... 

          Limpiemos, pues, y que, iniciado el día, nuestra voz sea caricia, nuestros labios palabras que laten en las sonrisas de los demás, nuestros labios besos que limpian orgullos y miedos, y nuestras manos sepan de acompañar, de latir, de entrelazar los dedos para que cuando llegue la noche halla una estrella más que brille en nuestro pecho, buenas noches