Asomemos a los demás nuestros ojos de niños

         Los acordes desde el principio nos hablan -contemplad las imágenes del niño que lee- de la capacidad de soñar, de la capacidad de alcanzar los sueños (el amor, la felicidad, convertirse en mayores..), de la capacidad sobre todo de contactar con nuestros niños interiores... La voz de Enya, alma, sueño, puente, nos transporta a nuestra infancia y nos sumerge en nuestra alma adulta que ha olvidado su capacidad de soñar y lo que es más importante, la capacidad de compartir, de convivir, de a pesar de nuestras prisas, miedos, preocupaciones, la capacidad de tender puentes que nos acerquen, que nos almeen, que nos llenen de latidos... Uno, es cierto, últimamente se abaja en la orilla, pero también sabe, gracias a esta composición y a todos los que me acompañáis, que acurrucada, como un niño, el alma continúa soñando, continúa a la espera de que me despierte y continúe dibujando en mi sonrisa y en mi alma los ojos siempre soñadores, abiertos y amorosos de un niño, feliz noche.


'Eurus...
Viento Afer...
...el mundo gira y gira
como todos vosotros alguna vez supisteis...
Dicen que el cielo allá en lo alto es azul  Caribe...
Si cada ser humano contara todo lo que sabe,
si cada ser humano fuera sincero,
crería que el cielo allá en lo alto
es azul  Caribe...
Boreas...
Cefiro...
Si todos vosotros contarais que se convirtió en oro,
si todos vosotros soñarais que nacíais de nuevo,
os imaginariais que el cielo allá en lo alto
se convertiría en azul Caribe...
Eurus...
Viento Afer...
Boreas...
Cefiro...
Africus...'

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