Variaciones sobre el canon de Pachebel, George Winston

       Siempre este latido consigue transportarme, creo que ya lo he comentado, pero uffffffffff, y si enmica son unas variaciones sobre el canon interpretadas con ese alma, con esa capacidad de sacarnos de nosotros mismos, con esa capacidad, en su recreación, de hacernos superar nuestros miedos, nuestras angustias y tender puentes a los demás, de ser unos con la naturaleza, con cada uno de los seres vivos, de asomar nuestras miradas a los ojos de los demás desnudas, vivas, únicas como lo es nuestro alma, y, al mismo tiempo necesitadas de ser alcanzadas, como aquí las notas que alcanzan el alma del piano, por el alma necesitada y plena de nuestros seres queridos, de nuestros familiares, de nuestros prójimos... Podemos cerrar los ojos, sí, o podemos seguir ciegos de nuestros sueños de materialidad, de soledad, de prisas, o, en cambio, podemos abrir nuestra alma, con la cadencia que los dedos, prolongación del alma de George Winston (intérprete), a la sonrisa, al abrazo, a la ternura, a la mirada desnudadora, al beso que susurra dulce, en fin... Lo dicho, buenas noches.

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