Icarus 2002

        Venid a mí parece decir esta composición, dejad descansad vuestras alas, dejad descansad vuestros temores, has andado un largo trecho hasta aquí y necesitas unos brazos tiernos para descansar, una sonrisa dulce que borre la aspereza del día, una mirada que te desnude de tus irritaciones, unas manos que acunes tu mirada perdida y unos labios que serenen y limpien cada uno de los pesares que has vivido, cada palabra inoportuna que te dejó herida, cada falta de afecto por las personas que te cruzaste...
        Venid a mí parece decir esta composición, dejad descansad vuestras alas, dejad descansad vuestros temores, has andado un largo trecho hasta aquí y necesitas unos brazos tiernos para descansar, una sonrisa dulce que borre la aspereza del día, una mirada que te desnude de tus irritaciones, unas manos que acunes tu mirada perdida y unos labios que serenen y limpien cada uno de los pesares que has vivido, cada palabra inoportuna que te dejó herida, cada falta de afecto por las personas que te cruzaste...
         Venid a mí, sé que a lo largo del camino te has caído varias veces y que te duelen las heridas, venid a mí, dice con su voz dulce, que yo te mostraré cada caricia, cada sonrisa, cada latido que volviste dulce a lo largo del día; 
          Ven a mí, habla más cercano, no hables sólo déjate acurrucar con los brazos de esta noche que te dejará rendido, si Dios quiere, hasta que mañana amanezcas de nuevo;
        Ven a mí, calla, bésame, háblame dulce, descansa, ssshhhhhhhh, te quiero, buenas noches.

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