Abramos nuestros ojos de niño al amor de los demás
Con un sonido de campanas comienza esta bella composición. La flauta nos transporta inmediatamente con una voz alma, tristeza y evocación, que nos llena de mar, de oleaje... Nuestra alma parece fundirse inmediatamente, llenarse de su alma, de su paz... parece dejarse coger las manos con su melodía, con su capacidad de quebrar sus miedos, de sanar su dolor... y -a la composición se le suma, no podía ser de otra manera los acordes de piano que tiende puentes inmediatamente con el sonido dulce de la flauta-, con una mirada cálida, llena, y generosa de un niño, abrir los puentes, llenar nuestras pupilas con la ternura de los demás, su sonrisa, su alma latido que crece al nosotros mismos sonreír, escuchar, ser abrazo, dar ternura, dar alma, buenos díassssssssss y feliz domingo
Desde el sonido de las campanas y flauta, desde esta bella melodía, en esta tarde cálida, me lleno de paz, de luz, de color, de alma sosegada, de abrazos y caricias... un auténtico deleite escucharlo a estas horas, es una caricia para los sentidos esta preciosísima música.
ResponderEliminarGracias, por compartir tan exquisita y refinada música que hace despertar los sentidos.
Besos.
Gracias, Carla, y van... gracias por sumarte a estas olas... Me repito siempre, pero lo siento así, son las olas que a mí me aupan, que me laten, que me llenan de alma... Con ellas intento tender, a veces mejor otras peor, puentes a los que me rodean, me alegro de que te transmitan tanto. Besos
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